La escasez de agua potable es un problema global conocido por todos: se estima que para el año 2030 la mitad de la población de la Tierra vivirá en zonas de escasez de agua, superando la demanda total de ésta en un 40%.
En esta situación, las compañías hoteleras tienen el compromiso moral y comercial de mejorar su gestión del agua. El coste es un factor claro: el consumo de agua supone de media el 10% del gasto fijo de cualquier hotel. Además, el 15% del consumo energético de un establecimiento proviene del uso de agua caliente, según los datos del proyecto europeo HES (Hotel Energy Solution). Por otra parte, el aspecto moral es igualmente una problemática: el agua es un recurso escaso en muchos resorts alrededor del mundo, razón por la cual los hoteles tienen la responsabilidad de no usar más de la necesaria a través de la concienciación por el uso de la misma y de una gestión eficiente que asegure su aprovechamiento.
Según Carlos Fluixá, co-fundador de ECO-ONE, hoy en día es fácil y rentable el ahorro de agua en un hotel, ya que a través de la misma plataforma se ofrecen soluciones que generan un ahorro de agua entre un 40% y un 60%. Además, sobre el impacto que tiene el ahorro de agua en la disminución de energía necesaria en un hotel, Fluixá añade que «actualmente los hoteleros tienen una oportunidad única gracias a la posibilidad de ayudas financieras y la existencia de suministros de energía 100% verde».
Entonces, ¿qué puede hacer mi hotel para ahorrar agua?
Los diferentes usos y necesidades del agua de un hotel, derivan en muchas variantes a la hora de establecer un ahorro significativo. Por lo tanto, es fundamental establecer, al menos, algunos de los siguientes puntos en las diferentes zonas de un hotel:
1- Habitaciones.
En el uso sanitario en duchas, lavabos e inodoros se pueden implantar elementos de reducción de consumo, como perlizadores, duchas reductoras de caudal y cisternas de doble descarga.
2- Mantenimiento de zonas verdes.
Especialmente en jardines, zonas de paseo o campos de golf, se deben establecer horarios de riego adecuados a la climatología, y adaptados a las condiciones de las estaciones del año. Es igualmente importante implantar sistemas de riego con aguas recuperadas y recicladas, no aptas para el consumo humano, además de tener en cuenta aspectos cómo el tipo de vegetación plantada en los jardínes y las condiciones naturales de la zona, con el propósito de racionalizar el uso del agua a la hora de regar.
3- Zonas de limpieza y lavandería.
Al incorporar en nuestras instalaciones estos sistemas de bajo consumo, como los depósitos de baja capacidad o perlizadores en los grifos, reducimos considerablemente la cantidad de agua empleada. Por ello, es fundamental también tratar de recuperar el agua usada para emplearla en tareas de limpieza como cambio de sábanas y toallas.
4- Manteniendo en correcto funcionamiento las instalaciones.
En el cuarto paso, después de integrar en los hoteles sistemas o mecanismos de bajo consumo hídrico, debemos asegurarnos que funcionan correctamente. Resulta indispensable, a la hora de reducir el consumo de agua, procurar que estos siempre se encuentren en condiciones óptimas. Revisándolos periódicamente, lograremos prevenir la aparición de fugas o ineficiencias, así como posibles averías que produzcan un efecto contrario al deseado.
5- Optimizando el uso de los sistemas
Además de contar con sistemas eficientes, debemos optimizar su uso. Si analizamos el caso de los servicios de lavandería, por ejemplo, resulta esencial realizar una correcta planificación que nos permita controlar el tiempo empleado así como el consumo; sin descuidar nunca el servicio al cliente. De esta manera, debemos procurar que los aparatos funcionen de la forma más eficiente posible.
6- Formando a los trabajadores
Todos los pasos anteriores no surtirán efecto si no educamos y concienciamos a nuestros empleados. Por ello, este paso consiste en fomentar acciones y actitudes en nuestros trabajadores para que integren un comportamiento ético. El factor humano resulta fundamental a la hora de emprender cualquier acción de mejora en nuestra organización: debemos formarlos en materia de conservación del agua, manteniéndolos constantemente informados sobre mejoras o cambios; así como incorporar, dentro de sus rutinas y actividades, pautas a seguir para un consumo responsable.
7- Concienciando a los clientes
Por último, al igual que con nuestros empleados, debemos concienciar a los clientes sobre la importancia de ahorrar agua. Con simples cambios de conducta, como reducir el número de toallas utilizadas o cerrar el grifo cuando no se está utilizando, podemos conseguir mejoras así como involucrar a los huéspedes en un sistema de gestión que cuide el medio ambiente y que sea sostenible en el tiempo.
En definitiva, el ahorro de agua en un hotel está predeterminado por varios factores que, en su conjunto, evidencian la rentabilidad económica y el compromiso por los recursos naturales. La creciente sensibilización acerca de la problemática que supone un consumo excesivo de agua, las nuevas necesidades del turista y las exigencias legales en materia de medio ambiente, son claves para iniciar a tu hotel en la ruta hacia la sostenibilidad.
Desde ECO-ONE, somos conscientes de la importancia del ahorro de agua y es por eso que contamos con soluciones que pueden lograr reducir el consumo de agua en hoteles hasta en un 60% como, por ejemplo, a través de un simple cambio de cabezal de duchas.
A través de nuestra Central de Compras especializada en hoteles y con producto únicamente sostenible, ponemos a disposición este tipo de soluciones, al igual que otras, que ayudan a los hoteles a reducir su consumo de agua y su gasto energético.
