El concepto de sostenibilidad se ha convertido actualmente en uno de los temas más recurrentes en la sociedad, poniendo el foco de debate en la gestión por la preservación del entorno en el que vivimos. La concienciación acerca del impacto que la actividad turística conlleva para el medio ambiente, ha supuesto un cambio de comportamientos y hábitos tanto en las personas, como en las empresas a la hora de gestionar un viaje.
En la actualidad, los viajeros cada vez están más concienciados con el tipo de turismo que consumen y exigen que su experiencia no conlleve connotaciones negativas para el entorno del que disfrutan. Viajar no debe asociarse a un consumo y a un desgaste medioambiental. Si tenemos en cuenta el último estudio de Viaje Sostenible de Booking.com, casi la mitad de los viajeros contempla los valores sociales y ambientales a la hora de elegir su destino, evidenciando que no se trata de un requisito más, sino de una demanda. El 58% de los viajeros incluso decide no viajar a ningún lugar en el que su presencia pueda tener un impacto negativo para el medio ambiente. De hecho, según un estudio publicado desde FITUR, un 83% de los viajeros pagaría más por alojarse en un hotel sostenible. Esto nos da una idea de cómo valora el cliente los servicios y productos que ofrece el hotel donde se hospedan.
Por ello, el sector hotelero debe estar en constante cambio y adaptación en la ruta hacia la sostenibilidad. Un hotel sostenible es aquel que no tiene un impacto negativo en el lugar donde se encuentra construido ni en su entorno. De esta manera, participa de forma activa con la comunidad local, haciendo un uso respetuoso de sus recursos y promoviendo el desarrollo económico y social de la localidad. Pero, ¿qué claves hacen que un hotel sea considerado sostenible?
Claves que hacen a un hotel sostenible:
- Disminuir los desechos no reciclables generados y gestión de los residuos producidos.
- Utilizar fuentes de energías renovables para suplir la mayoría de los requerimientos energéticos y promover el autoconsumo del hotel. Esto incluye el uso de energía solar, energía eólica o la construcción del edificio con principios bioclimáticos.
- Establecer un plan de economía circular, promoviendo la reconversión productos ya utilizados para otros fines.
- Promover el consumo de los productos locales y de kilómetro 0.
- Trabajar con proveedores de materiales ecológicos o reciclados, incluyendo materiales de construcción, de limpieza, amenities, entre otros.
- Respetar los alrededores, tanto desde el punto de vista natural como social. Esto incluye preservar la biodiversidad del ambiente local.
- Respetar los principios de construcción bioclimática, de tal modo que pueda reducirse el uso de sistemas de aire acondicionado y de calefacción.
- Formación al equipo de trabajo y al turista en conceptos de sostenibilidad y desarrollo sostenible.
Reducir el impacto en el entorno, es clave para la sostenibilidad hotelera. Es responsabilidad de cada hotel implementar las medidas adecuadas para su modelo de negocio, manteniendo la rentabilidad y la sostenibilidad del mismo. Con el seguimiento adecuado, se podrá analizar en qué aspectos se debería mejorar y por tanto añadir nuevas medidas para un desarrollo sostenible del hotel.
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